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El Director General del IMSERSO, César Antón: “Estamos consiguiendo que el concepto de ‘envejecimiento activo’ forme parte de nuestro tejido social”

  • En la clausura de un seminario sobre la evolución demográfica española en la sede de FUNCAS
  • El responsable del Instituto de Personas Mayores recalca que el nuevo Estatuto del Mayor, que se está ultimando entre el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y las asociaciones de mayores, recogerá las necesidades de estos y propuestas para atenderlas, especialmente en materia de salud, empleo y vivienda
  • Destaca que los servicios profesionales relacionados con la asistencia y atención a las personas mayores constituyen un nicho de empleo que el Gobierno no va a descuidar
  • El número de personas mayores de 65 años se ha cuadruplicado en los últimos 50 años, y la tendencia en España es que la esperanza de vida será cada vez mayor
9 de abril de 2013. El Director General del IMSERSO, César Antón, ha desgranado hoy la evolución de la población española, claramente tendente a envejecer. Las previsiones obligan a actuar desde ya, y en eso trabajan el Gobierno y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, para los que la atención, el cuidado y la asistencia a las personas mayores se han erigido en prioridad, no sólo con los mayores que necesitan ayuda por su pérdida de autonomía, sino también, y sobre todo, con aquellos mayores a los que una alimentación sana, unos hábitos de vida saludables y una cobertura de los servicios sociales adecuada permitirán envejecer activamente. “Entre todos, estamos consiguiendo que el concepto de ‘envejecimiento activo’ forme parte de nuestro tejido social”.
 
Antón ha participado hoy en la clausura del seminario “El desarrollo humano en una sociedad de mayores”, organizado por el Club de Roma, y durante su alocución ha detallado las previsiones que manejan las administraciones a raíz de los daros del Instituto Nacional de Estadística y del Eurostat. Así, ha recordado que en los últimos 50 años la población mayor de 65 años se ha cuadruplicado en tanto las de otras edades ha crecido a un ritmo más lento. El sector por encima de los 65 años representa más del 17% del censo demográfico del país. Asimismo, por fortuna, la tendencia de esperanza de vida sigue al alza, y llegará a una media de 88 años en las mujeres y de 81 en los hombres.
 
Las administraciones, según ha explicado Antón, disponen de una serie de recursos, como la atención a domicilio, la atención diurna, centros de día para personas dependientes y atención residencial. Como es obvio, a tenor de las previsiones, la demanda de tales servicios aumentará durante los próximos años y el Gobierno, junto a las administraciones autonómicas y locales, dará prioridad a estos operativos, que además constituyen “un importante nicho de creación de empleo”.
 
La prevalencia de la atención profesionalizada tiene mucho que ver, según ha reseñado el director del IMSERSO, con el incremento de la demanda de los servicios del Sistema de Dependencia, que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ni mucho menos se propone debilitar. La tarea acuciante que aborda ahora el Departamento de Ana Mato pasa por unificar los criterios de gestión del Sistema de Información para evitar irregularidades y deficiencias en expedientes, vicisitudes que venían costando al erario decenas de millones de euros cada año. Al mismo tiempo, tal y como plasmó la reforma de la Ley del verano pasado, se ha dado prioridad a la entrada en el sistema de los dependientes en situación más grave, algo que ha conllevado un aplazamiento del acceso de las personas consideradas de “dependencia moderada”.
 
Las nuevas pautas, establecidas en tiempos de crisis económica y de contención del gasto, han conseguido, pese a todo, que al cabo de 2012 se hayan registrado más altas que bajas (19.000).
 
 
 
  
UNA APUESTA POR EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO
 
Casi más importante que la asistencia a las personas mayores es la prevención de enfermedades y de situaciones que lastran la autonomía física. La inversión en hábitos de vida saludable, en paralelo a la inversión en servicios públicos de calidad, redundará en una mejor calidad de vida de un sector de población cuyos valores y experiencia conviene extrapolar a toda la sociedad. “Entre todos, estamos consiguiendo que el concepto de ‘envejecimiento activo’ forme parte de nuestro tejido social de una forma tan profunda que cualquier persona, sin importar su edad, sabe ya qué significa y cómo y por qué hay que envejecer bien”, ha resumido Antón.
 
El Gobierno se esmerará en abrir cauces de participación social para los mayores, de modo que se estreche la unión intergeneracional, y uno de los instrumentos en los que más está trabajando el Ministerio de Ana Mato para consumar este propósito es el Estatuto del Mayor, cuya redacción se encuentra en sus últimas fases. El documento, ha declarado Antón, recogerá las demandas, necesidades e inquietudes de la población mayor, y en consecuencia, recopilará algunas propuestas para que se vean satisfechas.
 
El empleo, la salud, la vivienda y la participación social son los principales ejes sobre los que se articulará el Estatuto, pensado en todo momento para salvaguardar la autonomía y la plenitud de las condiciones de las personas mayores.