Campañas 2006 - Prevención del consumo y adicción a cannabis y cocaína

Informar y educar, postura clave para prevenir el consumo de drogas entre los jóvenes.

No se pretende un intento arbitrario de convencer sobre la necesidad de adoptar un estilo de vida impuesto desde arriba, o desde fuera. Se pretende el fortalecimiento de los vínculos familiares y la clarificación de la postura familiar en relación al consumo de drogas.

La adopción de una serie de medidas pueden mejorar el clima familiar, y generalizarse a otros entornos como la escuela debiendo perdurar en el tiempo, y constituyen la clave para prevenir el consumo de drogas entre los jóvenes:

  • Impulsar una cultura del ocio sin utilización de drogas dirigida a los adolescentes y jóvenes. Los jóvenes deben ser los protagonistas de ese ocio en todos los sentidos.
  • Informar y educar a los ciudadanos, especialmente niños y jóvenes, para que desarrollen estilos de vida positivos, saludables y autónomos.
  • Prevenir el consumo de sustancias psicoactivas entre los jóvenes y concienciar sobre el impacto que tienen en la salud el cannabis y la cocaína, solos o en combinación con otras drogas, aún cuando estos consumos se realicen de forma esporádica.
  • Una imagen positiva de los jóvenes en los contenidos dirigidos a ese colectivo podría ser más eficaz que los mensajes negativos o moralizantes o excesivamente relacionados con la prohibición de los consumos.
  • Trasmitir la importancia del diálogo con los hijos mediante el que se formulen críticas constructivas, no dejándose arrastrar por la ira y la rabia, no acogerse a la “prohibición”, sino a la información, y la inculcación de actitudes saludables frente a las drogas.
  • Supervisar la conducta de los hijos en un clima de buena relación, provocando la decisión compartida por ambos, hijos y padres, en la toma de postura ante las drogodependencias. Compartir, decidir y hacer las cosas juntos.
  • Fortalecer el papel social de los profesores y educadores.
  • Modificar los factores de riesgo y de protección del entorno familiar, para prevenir el abuso de drogas en los preadolescentes mediante la mejora de las habilidades educativas de los padres, comunicación, establecimiento de normas y supervisión de la conducta.
    • Factores de riesgo:
      • Falta de supervisión de la conducta de los hijos
      • Escasa definición y comunicación de normas y expectativas de conducta para los hijos
      • Pautas de disciplina inconsistentes o muy severas
      • Debilidad de los vínculos afectivos entre padres e hijos
      • Pobreza en la comunicación y la interacción padres-hijos
      • Presencia de conflicto familiar
      • Actitudes y conductas familiares favorables al consumo de drogas
    • Otros factores de riesgo que pueden mitigar los padres:
      • Asociación con amigos o compañeros consumidores
      • Iniciación temprana en el consumo de sustancias
      • Bajo grado de compromiso con la escuela
    • Factores de protección familiar:
      • Los padres juegan el papel de mediadores de la conducta de los hijos, y tienen que participar e implicarse activamente.

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