Vacunas y Programa de Vacunación

Covid-19

La COVID-19 es la enfermedad respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2, un coronavirus que apareció por primera vez en la región China de Wuhan, en 2019. SARS-CoV-2 es un coronavirus que no se había identificado en humanos previamente.

El virus SARS-CoV-2 produce mutaciones y origina nuevas variantes que pueden causar un aumento en transmisibilidad, en la gravedad o en la capacidad de escape a la respuesta inmune (natural o la generada por las vacunas).

Los síntomas más comunes de la COVID-19 son la fiebre, escalofríos y dolor faríngeo. Otros síntomas que pueden aparecer, pero con menor frecuencia son dolor muscular, fatiga o cansancio intensos, secreción nasal intensa, estornudos, cefalea, tos o pérdida del gusto y/o el olfato, entre otros.

Los síntomas de la enfermedad grave de COVID-19 incluyen dificultad respiratoria, somnolencia o pérdida del conocimiento, dolor precordial y palidez de piel o mucosas.

El tiempo medio desde el inicio de los síntomas hasta la recuperación de 2 semanas en enfermedad leve y de 3-6 semanas en caso de enfermedad grave o crítica.

Se han constatado multitud de casos con síntomas prolongados y recurrentes, durante semanas o meses, y que ha adquirido una entidad propia que en algunos contextos se ha denominado COVID-19 persistente o “Long COVID”.

Al inicio de la pandemia se estimaba que el 15% de las personas que enfermaban tendrían enfermedad grave, requiriendo tratamiento hospitalario y oxigenoterapia. Las estimaciones más recientes sugieren que aproximadamente un 3% de los casos de COVID-19 necesitan hospitalización. Esto se debe en gran medida a la vacunación.

Las personas de 70 y más años y aquellas no vacunadas pueden tener mayor riesgo de sufrir enfermedad grave, al igual que las personas con condiciones de riesgo.

Generalmente unos 5 días.

Se desconoce cuál es el reservorio natural y posible transmisor del virus a los humanos, pero la hipótesis más aceptada actualmente es que un virus de murciélago haya podido evolucionar hacia el SARS-CoV-2 a través de hospedadores intermedios.

El virus SARS-CoV-2 se transmitirse de persona a persona fundamentalmente a través de partículas que contienen el virus, procedentes de una persona enferma que estornuda, tose, habla, canta o respira cerca de otras personas. Las partículas que contienen el virus pueden inhalarse o depositarse en la mucosa de nariz, boca u ojos.

Menos frecuente es la transmisión por contacto con superficies contaminadas con partículas que contiene el virus.

La transmisión vertical a través de la placenta también es posible, aunque poco frecuente.

En los casos leves la transmisión se produce, fundamentalmente, desde 2-3 días antes hasta 7-8 días después del inicio de los síntomas. En los casos graves esta transmisión puede ser más intensa y duradera (más de 20 días).

La COVID-19 ha supuesto un problema de salud pública en España desde el año 2020, causando enormes costes humanos y económicos. Actualmente la COVID-19 fluctúa durante el año en varias ondas epidémicas.

Se estima que, en España, a lo largo de la temporada 2023-2024, se produjeron aproximadamente 1,59 millones de casos de COVID-19 y 49.600 hospitalizaciones, de las cuales un 4% necesitaron ingreso en UCI y un 8,7% fallecieron. El 74% de las hospitalizaciones y el 85% de las defunciones se producen en población de 70 y más años.

Vigilancia COVID-19 en España S'obrirà en una finestra nova

El objetivo de la vacunación frente a COVID-19 es reforzar la protección de las personas más vulnerables para reducir la morbimortalidad. En la campaña de vacunación de otoño 2024 se obtuvieron coberturas del 48% en personas mayores de 80 años y del 38% en mayores de 60 años. Para más información consultar las coberturas de vacunación en España.

Actualizado en julio 2025.

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