Cómo financiar la Atención Primaria en los países en desarrollo

Fortalecer la APS equilibrando el financiamiento entre presupuestos verticales y horizontales es clave para mejorar la prevención y el tratamiento de todas las enfermedades en los países en desarrollo.

En el Informe sobre la salud en el mundo 2007, en línea con la declaración de Alma-Ata, la OMS considera fundamental el acceso a la AP como una manera de las solucionar los mayores problemas de salud en las comunidades, mediante sistemas nacionales integrados de salud. Sin embargo ésta sólo ha sido parcialmente implementada.

Aunque entre 1997 y 2002 se incrementó en un 26% el presupuesto en salud en los países en vías de desarrollo, la mayor parte se destinó a programas verticales de enfermedades específicas, como el VIH, en lugar de programas horizontales de infraestructuras, recursos humanos y AP orientada a la comunidad. Esta distribución desequilibrada del financiamiento de la salud hace que los pacientes con VIH del África subsahariana reciban cuidados gratuitos mientras que en otros los pacientes con enfermedades más comunes reciban cuidados deficientes y pagos.

Por otro lado, los mejores salarios de los profesionales de programas verticales también provocan el "éxodo de profesionales" del sector de la salud pública, aún cuando son los centros de APS los que brindan cuidados esenciales para enfermedades como la diarrea, desnutrición e infecciones respiratorias, que cobran muchas más vidas que el VIH.

Se requería una nueva estrategia mundial, basada en la cooperación entre ministerios, universidades, ONG y donantes para fortalecer la APS orientada a la comunidad en los países en vías de desarrollo. Cuatro organizaciones internacionales World Organization of Family Doctors, Global Health through Education Training and Service, the Network: Towards Unity for Health y the European Forum for Primary Care impulsaron la campaña "15by2015" que propone fortalecer la AP mejorando el equilibrio entre programas verticales y horizontales, solicitando a los mayores donantes internacionales que asignen, para el año 2015, el 15% de sus presupuestos verticales a los horizontales de forma que todas las enfermedades puedan ser prevenidas y tratadas.

Por ejemplo, si el 15% de los fondos que recibe Mozambique para programas verticales se destinase a la AP se financiarían 65 centros de salud por año, beneficiando a 1,3 millones de personas. Iniciativas trascendentes como ésta seguirán siendo insuficientes si además no dirigimos esfuerzos a controlar su implementación y a mejorar la educación y el estatus socioeconómico como parte de las metas de desarrollo del milenio.

Paralelamente el fondo global contra SIDA, tuberculosis y malaria reclamó inversiones en los sistemas de salud y enfrentar determinantes sociales como la pobreza. El Reino Unido y Alemania también lanzaron la iniciativa "International Health Partnership" alentando a países de bajos ingresos a crear sistemas nacionales integrados de salud como base para recibir asistencia extranjera en salud.