¿Sabemos cuánta sal tomamos y lo peligrosa que es?

El alto consumo de sal puede provocar ictus y enfermedades cardiovasculares. Debido a la imprecisión en la medición de la ingesta de sal, se puede subestimar su enrome efecto. Según dos estudios recientes, el 80% de los españoles consume más sal de la recomendada.

Diversos estudios habían mostrado ya que un alto consumo de sal es perjudicial para la salud, ya que aumenta la presión arterial y puede provocar enfermedades cardiovasculares. Está demostrado que se pude conseguir reducir dicha presión arterial con una disminución en la ingesta de sal, tanto en personas hipertensas como con presión normal.

Recientemente se han publicado varios estudios (a nivel nacional e internacional) que refuerzan la asociación entre altos niveles de consumo de sal y el riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares en general. Además, en dichos estudios se pone de manifiesto la dificultad en la medición de las cantidades de ingesta de sal y el alto consumo de sal en la población española.

Cantidades recomendadas de sal

El cuerpo necesita un mínimo de 3g de sal al día para su correcto funcionamiento. El consumo máximo de sal recomendado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la Organización Mundial de la Salud es de 5g por día.

Mayor consumo de sal, mayores riesgos cardiovasculares

Los resultados de un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal, apoyan el importante papel de una reducción sustancial del consumo de sal en la población para prevenir enfermedades cardiovasculares. Los investigadores encontraron que una diferencia en el consumo de sal de 5g por día, provoca una diferencia del 23% en la tasa de accidentes cerebrovasculares y de un 17% de diferencia de enfermedades cardiovasculares. Además, debido a la imprecisión en la medición de la ingesta de sal, se puede subestimar su enrome efecto.

Los autores del estudio calculan que si se lograra reducir en 5g la ingesta diaria de sal en la población se podrían evitar alrededor de un millón 250 mil muertes anuales por accidentes cerebrovasculares y casi 3 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en todo el mundo.

Se calcula que el 33% de las muertes ocurridas en España se atribuyen a las enfermedades cardiovasculares -123.867 fallecimientos en 2004-. Uno de cada tres personas padece hipertensión arterial, proporción que aumenta a 2 de cada 3 en mayores de 65 años. Por lo tanto, si se redujera el consumo de sal, se podrían evitar miles de fallecimientos cada año en nuestro país.

Los españoles consumimos demasiada sal

Según un estudio realizado recientemente por la propia AESAN y la Universidad Complutense de Madrid, el 80% de los españoles consume más sal de la recomendada. Además, el estudio refleja que el consumo medio de sal en España se sitúa en 9,7 g. por persona y día, casi el doble de lo recomendado.

La mayoría de la sal que tomamos (el 72%) procede de alimentos elaborados. Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado para la AESAN el contenido en sal de 1.200 productos. Debido a su contenido en sal o a la frecuencia en que se consumen, algunos alimentos contribuyen más que otros a la ingesta diaria de sal. Los alimentos que más sal aportan a nuestra dieta son, por orden, el embutido curado, el pan y el queso. Por lo tanto, para consumir menos sal no se trata sólo de usar menos sal al cocinar o usar menos el salero, sino que debemos vigilar los productos que comemos y la frecuencia en que lo hacemos. Para facilitar su conocimiento y su control, la OCU ha elaborado una tabla con el contenido en sal de los distintos tipos de alimentos, y se puede consultar e imprimir aquí:
http://www.ocu.org/alimentos-y-bebidas/20100125/sal-y-salud-Attach_s480294.pdf

Además, en su web se puede encontrar abundante información de utilidad y consejos para la reducción del consumo diario de sal (http://www.ocu.org/sal/).

Beneficios para la salud y para el sistema sanitario

Un estudio realizado en EE.UU y publicado en otra revista de prestigio como es The New England Journal of Medicine, muestra también los beneficios sobre la salud de reducir el consumo de sal en la dieta pero, además, compara los costes económicos entre las intervenciones para promover un menor consumo de sal y la administración de medicamentos antihipertensivos. Los autores concluyen que el sistema sanitario podría ahorrar mucho dinero si se dedicaran más esfuerzos encaminados a reducir el consumo de sal en la población, ya que se reducirían el número de enfermedades cardiovasculares y la presión arterial de muchos pacientes, y se evitaría tratarlos con fármacos antihipertensivos.