Cómo mejorar el alivio del dolor agudo en la atención primaria

GUIASALUD pone a disposición una guía de práctica clínica sobre la valoración y el tratamiento del dolor agudo en atención primaria

En el catálogo de GUIASALUD se pueden consultar más de 50 guías de práctica clínica (GPC) que han sido previamente valoradas por su calidad e interés. Recientemente se ha incorporado en este catálogo la GPC sobre el manejo del dolor agudo en atención primaria, realizada por profesionales de diferentes especialidades médicas como la medicina familiar y comunitaria, la anestesiología, la farmacología clínica o los cuidados paliativos, así como especialistas en psicología.

La guía pretende ser un instrumento para reducir la variabilidad en la asistencia y el tratamiento de los pacientes que acuden a un centro de atención primaria por dolor de inicio reciente, independientemente de la causa que lo provoque. En ella se aborda el mecanismo fisiopatológico, los instrumentos de medida y los principales tipos de dolor además de las recomendaciones sobre el tratamiento farmacológico y no farmacológico.

Los analgésicos simples, los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), los espasmolíticos, los opioides, los anestésicos, los anticonvulsivantes y los antidepresivos tricíclicos son útiles para el tratamiento de la mayoría de los casos de dolor agudo y su elección debe hacerse en relación con el tipo de dolor. El documento aporta una detallada relación de la fuerza de recomendación para el uso de los principales principios activos en situaciones concretas, con sus correspondientes dosis y presentaciones farmacéuticas. Una sección expone los efectos adversos de estos tratamientos y las estrategias para disminuir la posible toxicidad de los mismos.

Los autores de la guía han elaborado una serie de tablas de fácil comprensión con la eficacia relativa de los analgésicos más usados, la conversión entre las distintas dosis de los analgésicos opioides y un algoritmo de valoración y tratamiento del dolor agudo.

Asimismo, el documento aborda situaciones especiales como el dolor en politraumatizados, dolor psicógeno, dolor irruptivo y otros tipos de tratamiento como el no farmacológico que incluye, entre otros, la estimulación eléctrica, los ultrasonidos o la magnetoterapia.