Se pueden disminuir las molestias de la mamografía de cribado

El dolor y la incomodidad que causa la mamografía puede influir en que las mujeres no participen en los programas de cribado establecidos

La Biblioteca Cochrane Plus ha publicado una revisión sistemática sobre las intervenciones que se llevan a cabo para disminuir el dolor y el malestar que provocan las mamografías. Las conclusiones del trabajo han permitido a los autores definir una serie de estrategias que pueden aliviar el dolor y la incomodidad producidos por las mamografías. Con ello, esperan mejorar la participación en los programas de cribado de cáncer de mama.

Los programas de cribado de cáncer de mama han demostrado que reducen la mortalidad por este tumor y que la mamografía es el mejor método para detectarlo en fases precoces. Sin embargo, la participación de mujeres en estos programas no llega a ser la deseada. Los motivos se deben mayormente al dolor y las molestias que ocasiona la prueba: la compresión en la mama necesaria para que la técnica sea correcta les provoca el suficiente malestar como para que no quieran volverse a realizar la prueba.

Es por ello que los programas de cribado necesitan desarrollar estrategias, basadas en la mejor evidencia, para disminuir estas molestias.

Esta revisión sistemática incluye todos los ensayos clínicos realizados en este sentido. Se identificaron 17 estudios y finalmente se incluyeron 7; todos ellos eran ensayos clínicos randomizados o con grupo control y cumplían el resto de los criterios de inclusión.

Del total, tres estudios examinaban el efecto de proporcionar información a la paciente antes de realizarse la prueba; dos estudiaban intervenciones en el control de la compresión al practicar la mamografía; uno analizaba el efecto de administrar medicación analgésica previa para disminuir el dolor; y el último investigaba sobre la mejora del dolor y las molestias al utilizar cojines durante la prueba.

Proporcionar información detallada a la paciente, ya sea de forma verbal o por escrito, demostró que disminuía significativamente el dolor y la incomodidad. Esta estrategia es, además de efectiva, económica y fácil de aplicar.

En el caso del control de la compresión se analizó qué mejoraba la percepción que tenía la mujer sobre la incomodidad producida. En un estudio se redujo la presión y en otro se dejo el control de la presión a manos de la paciente. En ambos casos se mostró que influye más la experiencia previa de la paciente que el propio control o la disminución de la compresión.

Utilizar paracetamol previo para disminuir el dolor producido por la misma, no demostró ningún efecto.

En cuanto a utilizar cojines para la realización de la prueba, demostró que mejoraba significativamente el dolor producido. Los cojines tan sólo alteraron la calidad de la mamografía en un 2% de las mujeres a las que se les aplicaron.