El Premio Príncipe de Asturias, al grupo de Pedro Alonso sobre la malaria

Otorgado el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional a cuatro organizaciones médicas en África que luchan contra la malaria, entre las que se encuentra la que dirige el español Pedro Alonso en Mozambique

El galardón, otorgado el pasado año a Al Gore y que cuenta con un premio en metálico de 50.000 euros, está destinado, según los estatutos de la Fundación, a “la persona o institución cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al mutuo conocimiento, al progreso o a la fraternidad entre los pueblos".

Las cuatro organizaciones premiadas que lideran la lucha contra la enfermedad –El Ifakara Health Research and Development Centre (Tanzania), el Malaria Research and Training Centre(Malí), el Kintampo Health Research Centre (Ghana) y el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (Mozambique)- cuentan entre sus objetivos estratégicos con la investigación biomédica, la capacitación del personal local, la atención sanitaria y el refuerzo institucional, como herramientas para romper la relación entre enfermedad y pobreza, contribuyendo al desarrollo de la salud pública nacional e internacional.

“Tras tantos años, es posible pensar en la erradicación de la malaria”

Estas son las palabras de Pedro Alonso, médico del Hospital Clínic de Barcelona que dirige junto a la doctora Clara Menéndez el Centro de Investigación de Salud de Manhiça (Mozambique). El centro se ha convertido en uno de los referentes en lo que a lucha contra la malaria se refiere, donde no sólo se lucha a través de la investigación biomédica sino también en otros ámbitos como la asistencia técnica y sanitaria y la formación.La iniciativa nació hace 11 años gracias a los acuerdos bilaterales de cooperación entre los gobiernos de España y Mozambique y está financiado en la actualidad, en su gran mayoría, por la Fundación Bill y Melinda Gates.

La enfermedad

La malaria amenaza al 40% de la población mundial y es endémica en 107 países. Según datos de la OMS, anualmente padecen malaria aguda 500 millones de personas, lo que se traduce en más de un millón de fallecidos cada año. El 90 % de estas muertes se producen en países del África subsahariana donde se calcula que muere un niño menor de 5 años cada 30 segundos. La evidencia acumulada muestra que la malaria no es consecuencia de la pobreza, sino una causa de pobreza persistente.

No se debe olvidar que hace tan sólo 50 años que la enfermedad se erradicó de Europa gracias a una exitosa política de saneamiento, pero al 'Anopheles', el mosquito que transmite la enfermedad, le dio tiempo a dejar tras de sí 5.000 cadáveres españoles.