Las estatinas no disminuyen la mortalidad en los pacientes con enfermedad renal crónica

El estudio encuentra diversos beneficios como la disminución de los niveles de colesterol, pero no observa mejora en la función renal.

Los pacientes con enfermedad renal crónica en sus diferentes estadios (prediálisis, diálisis y trasplante renal) tienen un mayor riesgo cardiovascular que la población general, motivo por el que diferentes guías internacionales definen a este colectivo como de alto riesgo vascular y propugnan como objetivo mantener un LDL-colesterol inferior a 100 mg/dL (2.6 mmol/L).

Dado que en la población general las estatinas han reducido tanto la muerte de origen cardiovascular como de otras causas, sería lógico pensar que esto también sucedería en los pacientes con enfermedad renal crónica, pero existen controversias en la literatura médica acerca de ello.

El estudio (BMJ 2008;336:645-651) observa que las estatinas disminuyen los niveles de colesterol total, LDL-colesterol, triglicéridos y proteinuria, y a su vez los eventos cardiovasculares fatales y no fatales.

No obstante, los autores no observan una mejoría de la función renal (prediálisis y trasplante renal) ni una reducción global de la mortalidad ni tampoco una reducción en la tasa de rechazo agudo post-trasplante renal (aprovechando el efecto colesterol independiente).

La posible justificación a esta falta de reducción global de la mortalidad en los pacientes tratados podría estar en relación con la malnutrición que a veces presentan estos pacientes.

A destacar también el hecho de que no se han observado más efectos secundarios (alteración de pruebas hepáticas o aumento de CPK) en los pacientes tratados con estatinas.