Impacto
Excelencia Clínica Boletín clínico, sanitario y social al servicio del Sistema Nacional de Salud
Vol. 3 nº 7 Julio 2010
Elaborado por:

Centro Cochrane Iberoamericano
(Hospital de Sant Pau)
Impacto
Vol. 3 nº 7 July 2010
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Salud global

Baja la mortalidad prematura y crecen las diferencias entre sexos y zonas a nivel mundial
Un reciente estudio muestra que las regiones con la mortalidad masculina más baja son el norte de Europa, el Mediterráneo, Oriente medio y Australasia. Respecto a las mujeres, Grecia, Suecia, Suiza, España, Islandia, Italia y Chipre se han mantenido entre los 10 países con mejores resultados entre 1970 y 2010.
Un estudio publicado en The Lancet estudió la mortalidad en personas de entre 15 y 59 años de edad pertenecientes a 187 países, en los últimos 40 años. Globalmente, el riesgo de muerte fue más del doble en hombres que en mujeres. No obstante, en el 2,5% de las observaciones correspondientes a países y años estudiados, el riesgo fue superior en mujeres. Durante el periodo analizado (1970 - 2010), la mortalidad descendió un 19% en hombres y un 34% en mujeres. Los autores apuntan cinco factores para explicar los datos obtenidos: las enfermedades de la riqueza, el desarrollo socioeconómico, las mejoras en las tecnologías médicas, los problemas sociales tras la caída de la Unión Soviética y la epidemia del VIH.
Aumento de las diferencias entre sexos y regiones
La mortalidad materna, la tuberculosis y la infección por VIH representaron una parte importante de las muertes prematuras. En hombres, la probabilidad de morir varió entre 182 y 413 por 1.000 en 1970 y entre 77 y 579 por 1.000 en 2010, lo que supone un incremento de 117% en la variabilidad entre regiones. La brecha entre hombres y mujeres pasó de 63 por 1.000 en 1970 a 80 por 1.000 en 2010. En los países del sur de Asia, donde la mortalidad femenina era superior a la masculina, se produjo un descenso más rápido entre las mujeres que invirtió la relación.
La metodología utilizada tuvo en cuenta la ausencia o falta de exhaustividad de las estadísticas vitales en algunas zonas. En caso necesario, se completaron los datos mediante censos y encuestas o estudiando la evolución de variables relacionadas, como la mortalidad en menores de 5 años, la prevalencia de VIH, la renta per cápita o las defunciones atribuibles a la guerra y los desastres naturales.
Recomendaciones futuras
Los autores sugieren que las políticas de salud que han funcionado en un entorno determinado (por ejemplo: reducción de la mortalidad del 50% en Corea del Sur en los últimos 20 años y del 35% en Estonia en los últimos 15 años) seguramente podrían exportarse a otras zonas. También señalan que mientras que se ha trabajado intensamente para conseguir registros de mortalidad infantil completos, no ha pasado lo mismo con la mortalidad en adultos. Todos los países deberían tener estadísticas de mortalidad completas y puntuales.
El artículo muestra resultados muy interesantes que invitan a profundizar en el estudio de los factores relacionados con la mortalidad prematura para orientar las políticas de salud en consecuencia.
Artículo de referencia:
Rajaratnam JK, Marcus JR, Levin-Rector A, Chalupka AN, Wang H, Dwyer L, et al. Worldwide mortality in men and women aged 15–59 years from 1970 to 2010: a systematic análisis. Lancet. 2010;375(9727):1704-20.