Obesidad infanto-juvenil: guía de práctica clínica sobre su prevención y tratamiento

La guía responde a la necesidad de abordar el tratamiento y la prevención de la obesidad para hacer frente a su preocupante aumento en la población infanto-juvenil española

La obesidad infanto-juvenil es un problema de salud cuya prevalencia está aumentando en todo el mundo, facilitado por un estilo de vida sedentario y unos hábitos dietéticos inadecuados, a menudo transmitidos de padres a hijos. En España, se estima que alrededor del 14% de la población infanto-juvenil tiene obesidad y un 25% sobrepeso. Su persistencia en la edad adulta y su asociación con otras enfermedades como diabetes, hipertensión, etc., así como el gasto económico que conlleva implican la necesidad de abordar su tratamiento y su prevención.

Con este fin se ha publicado recientemente la Guía de Práctica Clínica de prevención y tratamiento de la obesidad infanto-juvenil. Esta se ha llevado a cabo por iniciativa del Ministerio de Sanidad y Política Social, dentro del programa de elaboración de guías de práctica clínica para el Sistema Nacional de Salud, y ha sido coordinada por el Centro Cochrane Iberoamericano. En su elaboración han participado profesionales de pediatría, atención primaria (medicina familiar y comunitaria) y especializada (en endocrinología, gastroenterología y nutrición pediátrica, medicina de la educación física y del deporte, psiquiatría y nutrición), en representación de diversas sociedades y asociaciones médicas. La población diana de esta guía son los niños y niñas de 0 a 18 años, tanto con normopeso como con sobrepeso u obesidad y está dirigida fundamentalmente a profesionales de la atención primaria y especializada, gestores de servicios asistenciales y políticos, población general, familias y educadores.

La guía ofrece un total de 64 recomendaciones basadas en la evidencia, de las cuales 37 son de buena práctica clínica, basadas en el consenso del grupo elaborador. Por lo que respecta al apartado de prevención, se proporcionan recomendaciones en el ámbito escolar, sanitario, comunitario y familiar. Entre ellas destacan la promoción de unos hábitos saludables de alimentación y de ejercicio físico, con programas educativos dirigidas a varios ámbitos, la implicación de la familia y también de las instituciones. La implicación institucional es clave para poder llevar a cabo cambios que faciliten un estilo de vida sano, como son el uso de máquinas expendedoras que proporcionen alimentos pobres en grasas y azúcares, el control de la publicidad sobre productos insalubres, el correcto etiquetado de los alimentos, etc.

Por lo que respecta al apartado de tratamiento, la guía evalúa la eficacia de las intervenciones en los estilos de vida, las intervenciones farmacológicas, así como la cirugía. Algunos de los aspectos destacados evaluados en este apartado son la efectividad de las intervenciones combinadas con dieta, ejercicio físico y modificación conductual (siempre con la implicación de la familia), así como el empleo en situaciones excepcionales de algunos fármacos y de la cirugía. Destacan las recomendaciones de la limitación de las horas de televisión o videojuegos para reducir el sedentarismo y de la supervisión del tratamiento por médicos con formación en el abordaje de la obesidad.

La guía contiene también un apartado con material de interés para los ciudadanos, con información disponible en Internet sobre alimentación saludable, ejercicio físico y lactancia materna. Contiene también dos trípticos con consejos para padres, madres y cuidadores.

Se espera que este proyecto pueda contribuir de forma efectiva al tratamiento y especialmente a la prevención de la obesidad infantojuvenil, que es el aspecto clave para frenar este problema de salud.