Validado el cuestionario Picker Patient Experience para población española

La adaptación transcultural del Picker Patient Experience ha mostrado su fiabilidad y validez para explorar la percepción de los pacientes sobre la información recibida y la participación en la toma de decisiones durante su ingreso

El desarrollo de instrumentos para explorar la perspectiva de los usuarios de los servicios de salud ha concentrado muchos esfuerzos y muchos países han diseñado sus propios instrumentos con una validez desigual. Aunque en España generalmente se ha valorado la perspectiva de los ciudadanos a través de encuestas sociológicas, un equipo de investigadores ha realizado una adaptación transcultural y validación del cuestionario Picker Patient Experience, que permite describir cómo perciben los pacientes durante su hospitalización la información que reciben y su participación en la toma de decisiones.

Los autores del estudio extendieron el contenido de los 15 ítems del cuestionario original y comprobaron la validez de la nueva escala y sus propiedades psicométricas en un estudio longitudinal. Tras la traducción del cuestionario original, se añadieron una serie de ítems que medieran algunos aspectos relevantes para los pacientes españoles, por lo que se consiguió un cuestionario de 33 ítems de los que se comprobó su idoneidad y comprensibilidad. La versión española del cuestionario incluye comentarios introductorios a cada grupo de ítems y señala los ítems de la versión original. Se realizó una prueba piloto del nuevo formato del cuestionario en una serie de pacientes para evaluar formalmente en una etapa final sus propiedades psicométricas (validez de constructo, fiabilidad y consistencia interna). Esta validación se realizó mediante entrevista telefónica a una muestra aleatoria de pacientes hospitalizados durante un mínimo de 48 horas y tras un mes de alta (385 en el cálculo muestral y 25 para la prueba de la reproducibilidad a los 15 días de haber respondido por primera vez).

La prueba piloto que comparó el cuestionario original con la versión española PPE-33 obtuvo un grado de concordancia considerable (kappa de 0,872) y una buena comprensibilidad (prueba de Szigriszt de 80), con un tiempo de cumplimentación de 25 minutos. Para la validación de las propiedades psicométricas solamente se contó con la respuesta de 275 pacientes de los inicialmente seleccionados. Estos resultados mostraron una buena consistencia interna del cuestionario (alfa de Cronbach de 0,792). La estabilidad de la respuesta a los quince días de haber respondido por primera vez fue alta (test de McNemar; p>0,05).

A pesar de estos buenos resultados que muestran el PPE-33 como un instrumento válido y fiable para valorar cómo perciben los pacientes las ocasiones en las que reciben información y aquellas en las que pueden participar en la toma de decisiones durante su hospitalización, los mismos autores del estudio destacan algunas limitaciones de esta validación. Por una parte la consistencia interna del PP-33 es un poco inferior a la obtenida en la validación en otros países del cuestionario original. Finalmente, el hecho de haber basado la validación en los pacientes de un solo hospital y de haber perdido prácticamente un tercio de la muestra planeada, limitan en cierto modo el alcance de la validación, que debería confirmarse en otros centros del Sistema Nacional de Salud.