Cambio climático y salud

Durante las últimas décadas ha aumentado la preocupación por los efectos del “Cambio Climático” que se ha materializado en la Convención Marco de las Naciones Unidad, en el Protocolo de Kyoto, en el acuerdo alcanzado en la cumbre de París (COP21, de diciembre de 2015) y en la Estrategia Mundial de la OMS sobre Salud, Medio Ambiente y Cambio Climático. Recientemente se ha realizado en España la COP25 Se abrirá en una ventana nueva. , la cual ha permitido sentar las bases para que los países sean más ambiciosos ante la emergencia climática.

El Cambio Climático no es sólo uno de los retos ambientales trascendentales a los que se enfrenta la humanidad a escala global, sino que influye sobre muchos sectores, alcanzando su máximo exponente en el área de la salud.

Entre los efectos directos del Cambio Climático podemos señalar las olas de calor y frío, los eventos meteorológicos extremos, inundaciones y sequias, entre otros; pero también tienen gran repercusión en la salud sus efectos indirectos, como el aumento de la contaminación atmosférica y aeroalérgenos, el cambio en la distribución de vectores de enfermedades infecciosas, o la menor disponibilidad de agua e inseguridad alimentaria.

La OMS calcula que el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales al año entre 2030 y 2050 como consecuencia de las modificaciones en las características de las enfermedades. Muchas de ellas son muy sensibles a los cambios de temperatura y pluviosidad, especialmente las enfermedades transmitidas por vectores (p. ej. el paludismo y el dengue).

Los extremos térmicos contribuyen directamente a las defunciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, a enfermedades neurodegenerativas y muchas otras variables sanitarias. Además, en el actual contexto de cambio climático las olas de frío no van a desaparecer ni tampoco la morbimortalidad asociada a ellas. Por otro lado, las situaciones de bloqueo atmosférico asociadas al cambio climático redundan en un aumento de los niveles de contaminantes ambientales.

Los peligros derivados del cambio climático en las costas incluyen el aumento en la frecuencia e intensidad de temporales costeros y la inundación permanente por la subida del nivel del mar. Además, en algunas zonas, están aumentando la frecuencia y la intensidad de las inundaciones, las cuales contaminan las fuentes de agua dulce, incrementando el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y por insectos vectores de enfermedades. Enfermedades transmitidas por el agua (criptosporidiosis o giardiasis) y por vectores (leishmaniosis visceral, borreliosis de Lyme, encefalitis transmitida por garrapatas, virus del Nilo Occidental, fiebre del valle del Rift, el dengue y el chikungunya) son algunas de las enfermedades que se consideran más influenciables por el cambio climático observado en Europa.

En España, el Observatorio de Salud y Cambio Climático Se abrirá en una ventana nueva. recoge herramientas de análisis, diagnóstico, evaluación y seguimiento de los efectos del cambio climático en la salud pública y en el Sistema Nacional de Salud. En el marco del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) Se abrirá en una ventana nueva. , el cual se centra en la integración de la adaptación al Cambio Climático en la planificación de los distintos sectores y/o sistemas, siendo uno de ellos la salud humana, y en consonancia con iniciativas europeas e internacionales, el Ministerio de Sanidad publicó el informe "Impactos del Cambio Climático en la Salud Archivo pdf.  Se abrirá en una ventana nueva. ", elaborado por un nutrido grupo de expertos nacionales en los diferentes temas que se abordan (Resumen ejecutivo en español Archivo pdf.  Se abrirá en una ventana nueva. , Resumen ejecutivo en inglés Archivo pdf.  Se abrirá en una ventana nueva. ). Para valorar el impacto del cambio climático en la salud y la eficacia de las medidas tomadas en relación al mismo, el Ministerio de Sanidad dispone de unos indicadores de salud y cambio climático Archivo pdf.  Se abrirá en una ventana nueva. , que recogen la evolución de numerosos efectos sobre la salud y el medio ambiente a lo largo del tiempo.

Aunque el calentamiento mundial puede tener algunos efectos beneficiosos localizados, como una menor mortalidad en invierno en las regiones templadas y un aumento de la producción de alimentos en determinadas zonas, los efectos globales para la salud del cambio climático serán probablemente muy negativos.

Los cambios de magnitud y frecuencia de los fenómenos meteorológicos, ocasionan grandes impactos sobre la salud de las poblaciones, desencadenando catástrofes o emergencias. Las más frecuentes en nuestra latitud son las olas de calor, las inundaciones y las sequías.

El cambio climático parece incrementar la frecuencia y la severidad de los episodios de calor intenso, tal y como se comienza a comprobar en la mayoría de los países europeos. Conforme las temperaturas medias aumentan, las olas de calor se hacen más frecuentes. Por otro lado, las situaciones de bloqueo atmosférico a escala sinóptica asociadas al cambio climático redundan en una menor difusión de contaminantes primarios en las atmósferas urbanas, con el consiguiente aumento de los niveles de inmisión de estos contaminantes, principalmente NOX y PM. Las altas temperaturas junto con estas situaciones de bloqueo y la alta insolación provocan además un aumento de los niveles de ozono, con el consiguiente impacto en salud añadido de este contaminante.

En Europa, las inundaciones se consideran el desastre natural más común. Están aumentando la frecuencia y la intensidad de las inundaciones y se prevé que sigan en aumento a lo largo de este siglo. Los peligros derivados del cambio climático en las costas incluyen el aumento en la frecuencia e intensidad de temporales costeros y la inundación permanente por la subida del nivel del mar. Además, en algunas zonas, están aumentando la frecuencia y la intensidad de las inundaciones, las cuales contaminan las fuentes de agua dulce, incrementando el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y por insectos vectores de enfermedades.

Por otro lado,el aumento de la desertificación y la sequía, representa una seria amenaza para la salud de las personas. Sus impactos para la salud, se producen principalmente por la escasez de agua y el empeoramiento de su calidad, los frecuentes incendios. Todo ello con una importante repercusión en la economía, la salud y el medio ambiente. Cabe destacar la correlación entre la disminución de la producción agrícola y el aumento de la pobreza. Las consecuencias más importantes para la salud derivada de la sequía, son la malnutrición y el hambre, las enfermedades de origen hídrico, el aumento de otras enfermedades infecciosas, respiratorias y lesiones por quemaduras.

Numerosos estudios han descrito los efectos del cambio climático sobre la seguridad alimentaria, tanto en lo referido a la provisión de alimentos como a su salubridad. La ganadería y particularmente la pesca son también sectores muy sensibles al cambio climático. La elevación de la temperatura del agua y la acidificación de los océanos se manifiestan de una manera global afectando de forma significativa los recursos pesqueros Un aumento en la temperatura media podría ampliar el pico estacional en verano de casos de algunas enfermedades transmitidas por alimentos, como Campylobacter por la elevación de la temperatura y los episodios de lluvias torrenciales y de mayor riesgo por Salmonella debido al aumento de las temperaturas

Es probable que los cambios del clima prolonguen las estaciones de transmisión de importantes enfermedades transmitidas por vectores, alteren su distribución geográfica y modifiquen su incidencia y severidad. Enfermedades transmitidas por el agua, como la criptosporidiosis o la giardiasis, y por vectores, como la leishmaniosis visceral, la borreliosis de Lyme, la encefalitis transmitida por garrapatas, el virus del Nilo Occidental, la fiebre del valle del Rift, el dengue y el chikungunya, son algunas de las enfermedades notificables en Europa que se consideran más influenciables por el cambio climático.

La medición de los efectos sanitarios del cambio climático sólo puede hacerse de forma aproximada. No obstante, en una evaluación llevaba a cabo por la OMS Se abrirá en una ventana nueva.  que tiene en cuenta sólo algunas de las posibles repercusiones sanitarias, se concluyó que según las previsiones, el cambio climático causará anualmente unas 250.000 defunciones adicionales entre 2030 y 2050; de las cuales 38.000 por exposición de personas ancianas al calor, 48.000 por diarrea, 60.000 por paludismo y 95.000 por desnutrición infantil.

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