Grupos vulnerables:
Los grupos de población más sensibles a la exposición a niveles elevados de contaminantes atmosféricos
son:
- Las personas que padecen trastornos respiratorios crónicos (EPOC; bronquitis crónica, asma…), enfermedades cardiovasculares y/o diabetes, ya que la contaminación atmosférica puede agravar los efectos de estas enfermedades.
- Los niños, ya que su sistema respiratorio no se encuentra desarrollado completamente y respiran más aire por unidad de peso que los adultos.
- Las personas mayores que padezcan alguna enfermedad crónica.
- Las embarazadas, debido a que la exposición a niveles elevados de contaminación se asocia a una mayor prevalencia de, por ejemplo, recién nacidos de bajo peso.
Además, es necesario tener en cuenta que existen factores de tipo ambiental, laboral y social que aumentan el riesgo asociado a los efectos nocivos de la contaminación atmosférica:
- El ejercicio físico intenso debido al deporte, trabajo, etc. (ya que aumenta temporalmente la frecuencia e intensidad respiratoria, y por tanto la cantidad de aire consumido).
- La permanencia prolongada al aire libre por motivos laborales en lugares expuestos a intensas inmisiones de contaminantes (calles con mucho tráfico, la determinadas industrias
, etc.) aumenta el tiempo que respiramos dicho aire.
- La residencia en zonas urbanas especialmente contaminadas.
- Algunas situaciones de exclusión social están asociadas tanto a una mayor exposición como a un menor acceso a asistencia sanitaria.
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