Violencia frente a la infancia y adolescencia

La violencia sufrida en la infancia y adolescencia afecta a la salud y el bienestar a lo largo de toda la vida. El estrés que conlleva afecta al desarrollo cerebral sobre todo durante los primeros años de vida, así como también durante la adolescencia perjudicando el rendimiento académico y profesional. Además, afecta a otros sistemas como el endocrino, circulatorio, osteomuscular, reproductivo, respiratorio e inmunológico y sus consecuencias pueden durar toda la vida. Las personas menores de edad expuestas a la violencia tienen muchas más probabilidades de desarrollar comportamientos de riesgo como fumar, consumo de drogas y bebidas alcohólicas, conductas sexuales de alto riesgo, así como de presentar tasas más altas de ansiedad, depresión, otros problemas de salud mental y suicidio.

Pero esta violencia contra los niños, niñas y adolescentes se puede prevenir, y siendo consciente de este grave problema de salud pública el Gobierno aprobó en junio de 2021, la Ley Orgánica 8/2021 de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI) que persigue establecer un nuevo paradigma de prevención y protección a través de una aproximación integral, teniendo en cuenta la naturaleza multidimensional de sus factores de riesgo y consecuencias. Para coordinar y planificar todas las medidas relativas al ámbito sanitario establece la creación de la Comisión frente a la violencia en los niños, niñas y adolescentes del CISNS, creada el 6 de abril, y constituida el 6 de mayo de 2022.